Recuerdo una vez que nos advirtieron de no jugar con el balón en la clase y estando de vuelta del recreo, con un compañero, ¡¡¡rompí un cristal de un balozano!!!! De poco nos sirvió escapar, porque cuando íbamos a salir por el pasillo corriendo, entraron los profesores por la puerta y nos pillaron…¡castigo al canto!
Comentarios