Las rocas marcianas contienen elementos como el magnesio, el calcio y el aluminio. Estos aumentan la fertilidad del suelo. Sin embargo, sin agua y una atmósfera, hay poco que hacer. Así que, de momento no. Tendremos que empezar creando una atmósfera que permita fijar el oxígeno en el planeta. A partir de aquí, habrá que reproducir la lluvia, capaz de fijar los nutrientes del suelo. Con estos dos pasos ya podríamos empezar a pensar en realizar algún cultivo.
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